San Viernes...

Hay semanas que cansan más que otras; eso es así como que si meas sentado terminas cagando. Tito Sony y yo no estábamos dispuestos a aguantar un día más las tonterias de los profesores y decidimos saltarnos las clases del viernes. Sí, somos muy malos.

Y lo cierto es que la mañana nos ha cundido mucho. Tanto que he terminado la mañana en el mismo sitio que la empecé, en la biblioteca de la facultad de empresariales; escribiendo todo lo acontecido en la mañana.
Como he dicho, la mañana empezó camino de empresariales. Ayí se estaba bastante calentito, que es lo primordial a las 8 de la mañana. Desde el principio la mañana tenía muy buena pinta, ya que de las siete tías que entraron, seis estaban buenas que te cagas, y la otra, buena que te corres.

Tras algo más de una hora en la biblioteca en la que estudiamos un poco y dormimos bastante (por turnos, por si llegaba el director), nos fuimos a la calle, sin saber muy bien que hacer


Después de comernos unas oreos de chocolate tito y yo eramos dos jóvenes guapos, libres, azucarados y con toda una mañana por delante, pero también muy aburridos:

- Yo: Iyo, el otro día estaba apunto de soltar el primer zurullo. Y yo estaba mirando para ver si flotaba o no. Pues cuando cayó, salpicó tanto que la gotita me entró en el ojo tio...

- Tito: Agh... ¡¡Que asco carajo!! ¿Y qué hiciste?

- Yo: Estrangulé al puto zurullo.. ¡Jáh!

- Tito: ¿Vamos a la Giralda?

- Yo: Vale...


Paseando por las bellas calles del barrio Santa Cruz nos encontramos con un grupo de jóvenes italianas de muy buen parecer:

- Italiana: Scusa, per andare alla Giralda?

- Tito: Venire con noi

- Italiana: Okei, grazie mile

Durante el camino hacia la Giralda les conté como una vez salvé al universo entero del tirano Joan-Karni. Al llegar, como señal de agradecimiento, nos enseñaron las tetas y les hicimos un bukkake.


Desde lo alto de la Giralda se pueden ver muchas cosas. Cosas que hasta entonces creía imposibles: mi primo hablando con una cerda, mi primo liándose con una cerda, mi primo follandose a una cerda, una cerda partiéndole el corazón a mi primo, un calvo peinándose...

- Yo: ¿Ves tito? ¿Entiendes ahora la magia de Sevilla?

- Tito: Sevilla no es una ciudad, es un sentimiento... (8)

Sony es buen chaval, pero canta muy mal, de pena. Le intenté meter una yoya para que cerrara la puta boca cual zorra desnutrida, pero se apartó astutamente de la trayectoria de mi mano, impactando esta contra la nuca de un chino de 103 años, tirándole la dentadura al vacío.

- Yo: Ups...

- Chino: Pelo que hases desglasiado, me has tilado la dentadula...

- Yo: Vale, pero nos escupas coño, que asco...

- Chino: Pelo que poca educasión pol fa...

- Yo: ¡¡Mirad!! ¡¡Es Jackie Chan!!

Aproveché aquel momento de distracción general para salir volando con tito sony agarrado del brazo, que no paraba de gritar: ¡Hijos de puta! ¡Porque me están agarrando que si no os mandaba a todos para vuestro país cabrones! ¡Si volviera el que tenía que volver!

Entonces nos dirigimos a una casa ocupa, en la que entramos con el puño en alto y cantando: ¡Un desalojo, otra ocupación!(8). Ellos automáticamente dejaron sus jeringuillas en el suelo y nos hicieron la ola. También nos invitaron a té.



La penúltima parada de la mañana la hicimos en casa de unos amigos, el parque de la Buhaira. Ayí, empezamos a hablar de lo cerca que estaba el final del planeta y que el Betis sin Lopera posiblemente estaría entre los 3 mejores equipos del mundo, pero eso es algo de lo que ya os hablaré otro día.

Sí, ella es mi última parada.

Infidelidades que confesar

El otro día estabamos en casa de Miguelage jugando a las cartas con nuestras novias. Mi primo y yo formábamos una pareja, y nuestras novias la otra. El juego consistía en que la pareja perdedora de cada tanda tenía que quitarse una prenda. Hasta ahí todo normal.

El caso es que a los tres cuartos de hora de juego aproximadamente y habiendo transcurrido ya unas 6 tandas a mi se me cayó una carta al suelo, debajo de la mesa. Mi sorpresa llegó cuando me agaché para recogerla y vi que la novia de mi primo no yevaba bragas. Me levanté con la cara blanca. Debía notarse mucho mi cara de asombro, porque mi primo me pregunto:

- Miguelage: ¿Iyo que te pasa?

- Yo: Emm.. creo que el chocho.. digo el poncho.. el poncho... me ha... me ha sentado regular. Voy a por un vasito de agua, ahora vengo.

Mientras estaba en la cocina intentando reponerme un poco de la impresión llegó la novia de mi primo y me dijo que si quería que lo de debajo de la mesa fuera mío por unas horas, solo tenía que darle 70€. Tras pensármelo unos minutos acepté la propuesta, y quedamos en encontrarnos a la mañana siguiente. Esta vez sería yo el que faltara al instituto por cuestiones sexo-personales.

A la mañana siguiente, después de una sesión de sexo de horas, le pagué los 70€ acordados y me fui.

Por la tarde, quedaron Miguelage y su novia para estar un rato juntos.

- Miguelage: ¿Has estado esta mañana con Emeá?

- Novia de Miguelage: (A regañadientes y un tanto sorprendida). Si me encontré con el esta mañana.

- Miguelage: ¿Y te dio 70€?

- Novia de miguelage: (Dios mío, él lo sabe). Sí, me los dio.

Miguelage: Ah, que bueno! Es que se pasó ayer por mi casa diciéndome que le prestara 70€ que los necesitaba urgentemente, que ya me los devolvería cuando me viera, y que si no pues te lo daría a ti si te veía. ¡Qué buena gente es mi amigo Emeá!



¡¡¡Hijos de puta!!!