Pesadilla terrible
Esta mañana, sentado en mi silla de escritorio, me dio por mirar páginas guarronas en la red, pero pensé y estuve cuco: la puerta estaba abierta y mi madre acababa de recoger los calzoncillos del tendedero, no tuve más remedio, abandoné mi búsqueda +18. Sin embargo, buscar algo de humor no es pecado, así que me metí en www.miguelageseaburrelosdomingos.com y por casualidad encontré este documento, espero que os guste, gracias.
Cuando me levanto de la cama y me miro al espejo descubro... que soy negro. Echo en seguida la mano al bolsillo de la cartera para ver mi foto del DNI y me sale del mismo color, busco el pasaporte, y para colmo soy marroquí. Señor, no puede ser.... Me siento hecho polvo en una silla, ¡hala! ¡Pero si es una silla de ruedas! Lo que significa que además de negro y marroquí también soy discapacitado.
Me digo a mi mismo que es imposible que sea negro, marroquí y discapacitado. -¡Pues es la puta verdad!-. Me grita alguien detrás de mi. ¡¡Es mi novio!! ¡¡Lo que faltaba!! También soy maricón. - ¿Has visto mi jeringuilla?-. Negro, marroquí, discapacitado, maricón, drogadicto, y seropositivo... Desesperado empiezo a tirarme del pelo, y... ¡¡¡Soy calvo!!!
Suena el teléfono, es mi hermano: desde que papá y mamá murieron lo único que haces es drogarte y quedarte tirado ahí todo el día. Búscate un trabajo, ¡¡¡el que sea!!!. ¡¡¡Si también soy parado!!! Intento explicar a mi hermano lo difícil que es encontrar trabajo cuando se es negro, marroquí, discapacitado, maricón, drogadicto, seropositivo, calvo y huérfano, pero no lo consigo porque.... ¡¡¡soy mudo!!!
Trastornado, cuelgo el teléfono con la única mano que me queda y con lágrimas en los ojos me acerco a la ventana a mirar el paisaje. Hay miles de chabolas a mi alrededor. Siento una puñalada en el marcapasos. Además de ser negro, marroquí, discapacitado, maricón, drogadicto, seropositivo, calvo, huérfano, mudo, manco y enfermo cardíaco, ¡¡vivo en las 3000 viviendas!!!!
Y cuando pienso que nada puede ser peor en mi vida se acerca mi novio y me dice:
-Cariño, hemos perdido con el Castellón.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOO , no puede ser, me cago en mi puta madre, también soy del betis!!!!!!!!!
Cuando me levanto de la cama y me miro al espejo descubro... que soy negro. Echo en seguida la mano al bolsillo de la cartera para ver mi foto del DNI y me sale del mismo color, busco el pasaporte, y para colmo soy marroquí. Señor, no puede ser.... Me siento hecho polvo en una silla, ¡hala! ¡Pero si es una silla de ruedas! Lo que significa que además de negro y marroquí también soy discapacitado.
Me digo a mi mismo que es imposible que sea negro, marroquí y discapacitado. -¡Pues es la puta verdad!-. Me grita alguien detrás de mi. ¡¡Es mi novio!! ¡¡Lo que faltaba!! También soy maricón. - ¿Has visto mi jeringuilla?-. Negro, marroquí, discapacitado, maricón, drogadicto, y seropositivo... Desesperado empiezo a tirarme del pelo, y... ¡¡¡Soy calvo!!!
Suena el teléfono, es mi hermano: desde que papá y mamá murieron lo único que haces es drogarte y quedarte tirado ahí todo el día. Búscate un trabajo, ¡¡¡el que sea!!!. ¡¡¡Si también soy parado!!! Intento explicar a mi hermano lo difícil que es encontrar trabajo cuando se es negro, marroquí, discapacitado, maricón, drogadicto, seropositivo, calvo y huérfano, pero no lo consigo porque.... ¡¡¡soy mudo!!!
Trastornado, cuelgo el teléfono con la única mano que me queda y con lágrimas en los ojos me acerco a la ventana a mirar el paisaje. Hay miles de chabolas a mi alrededor. Siento una puñalada en el marcapasos. Además de ser negro, marroquí, discapacitado, maricón, drogadicto, seropositivo, calvo, huérfano, mudo, manco y enfermo cardíaco, ¡¡vivo en las 3000 viviendas!!!!
Y cuando pienso que nada puede ser peor en mi vida se acerca mi novio y me dice:
-Cariño, hemos perdido con el Castellón.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOO , no puede ser, me cago en mi puta madre, también soy del betis!!!!!!!!!
Momentos que compartimos
Todos hemos tenido alguna vez un momento tenso, una situación vergonzosa y bochornosa, en la que hemos dicho palabras absurdas o simplemente hemos hecho el ridículo y no conozco a nadie en este planeta que lo niegue. Os preguntaréis el por qué de está entrada. Pues bien, todo surge a raíz de una situación multiembarazosa que tuve ayer.
Me despedí de mi lecho del sueño muy temprano. Sobre las 7:35 iba andando por el salón. Luego, sobre las 7:40 llegué a la cocina. Me imagino lo que os estaréis pensando chicas, pero no, no vivo sólo en un chalet de 500m2, es que cuando me levanto me gusta tomarme mi tiempo. El caso es que una vez en la cocina tuve que abrir la nevera para comer algo, pero vaya mierda, al perro se le había vuelto a olvidar hacer la compra y yo tampoco tuve ganas de ir a hacerla, luego sólo podía beber agua. Cogí la cántara y empecé a tragar sin masticar, ya que el agua es líquida y además de todo eso, moja. Mientras chupaba y dejaba los gérmenes de la gripe P (de pakistan), se me vino a la perola la expresión que a todo adolescente entusiasma: "¡Ostiasquesviernes!". Justo en ese momento, un tomate rojo empezó a caer lentamente escalón por escalón hasta que después de cinco minutos llego rodando a mi pie. Sé lo que estaréis pensando ahora, pero no, no tengo un frigorífico de 10 plantas, es que el tomate también se acababa de levantar. Todo esto me dio muchísimo miedo y me dio la sensación de que este no iba a ser un viernes normal.
Dejando la siniestralidad aparte, me vestí para ir al instituto, pero se me hizo tarde. Abrí la puerta de casa y la cerré. Bajando las escaleras se abrió de nuevo. Este debe ser el tomate - pensé. Pero me equivoqué, era mucho peor, no tenía voz de tomate...
- Mamá: ¡Miguelageeeeeee! ¿Otra vez te vas sin lavarte los dientes?
- Yo: Si mami, si me los he lavado.
- Mamá: ¿Y por que está el cepillo de dientes seco?
No sé como lo hará, pero todos los días me descubre. Después de despertar a todo el bloque con los chillidos me marché. Como la primera clase ya había empezado fui a dar un paseo para hacer un poco de tiempo. Es aquí cuando la cago por primera vez en el día...
Resulta que iba andando por la acera del corteinglés cuando observé que en la parada de enfrente una joven hacía gestos hacia mi zona. Estaba saludándome, y yo, a pesar de no conocerla, la saludé como un buen chico educado. Luego mir hacia atrás y me di cuenta de que no era a mí a quien realmente saludaba. Esto me hizo sentirme gilipollas. Le puede pasar a cualquiera, pero a mí me había pasado lo mismo un minuto antes y eso ya te marca de tonto bajo tu propio punto de vista. Pero tampoco iba a deprimirme por esto, lo dejaría pasar y punto. Continué caminando, y divisé un grupo de buenas yeguas a unos 50 metros. Empecé a mirarme en los cristales de los coches para comprobar que iba lo suficientemente guapo, y aunque intenté disimularlo, me puse bastante nervioso. Pasé por al lado y escuché como cuchicheaban. Me pareció escuchar algo así:
- Yeguas: ¡Madre míaa! No vea si esta bueno tía... tiene que tener una tranca...
Sin decir nada ni mirar atrás, seguí adelante como los de Alicante, pero todos los piropos se me caerían cuando tropecé con un escalón. No sé si sabréis de lo que os hablo, pero me refiero a una de estas veces en las que apoyas el pie y la acera tiene como un bulto, se te encasqueta la pierna y parece que estas cojo... Ya no sólo me sentía tonto, sino que había hecho el ridículo a lo grande... Se me quitaron las ganas de ir a clase, así que volví a casa y me acosté. Después de 18 horas escuché llegar a mi padre, así que me levanté, para que no me diera la típica charlita de los vagos...
- Padre: Miguelage ven pacá...
- Yo: Papá, te lo he dicho muchas veces, no soy ningún vago, sólo estoy cansado de dormir.
- Padre: No, no es de eso de lo que quiero hablarte. Bien, este verano has cumplido 18 años, y creo que ha llegado el momento de explicarte como nacen los niños: Viene la cigüeña y... bla bla bla bla.
Todo esto fue bastante embarazoso, ya que durante la conversación tuve que ingeniármelas para contarle a mi padre, con tacto porque estas cosas duelen, que yo ya había mojado (como las galletas con dibujitos de cuetara en un vaso de leche calentita.). En definitiva, tenía que ser un poco sensible así que le solté algo así:
- Yo: Papá, ¡qué yo ya he follaooo!
- Padre: Niño, ¡vete a tu cuarto...!
Le hice caso, cerré la puerta y volví a la cama. Pero ya sabéis, que detrás de toda gallina corre un gallo. Pues algo parecido me pasó a mí, y es que de tanto hablar de sexo, me entró el calentón y comencé a cascármela. Fue entonces cuando mi madre entró a dejarme los gallumbos en el cajón. No sé como se las apañan, pero parece que todo hijo tiene una cuerdecita en la polla que se acciona y hace que a la madre le entren ganas de llevarle los calzoncillos en plena paja.
- Mamá: ¿Niño que haces?. ¡Papáaa! ¡quel niño sestá tocando! ¿tu qué las dicho?. ¡que guarro eres niño!. ¡Encima con la sabana que te regaló la Lola!*.
*La Lola: es mi vecina desde que tenía 8 años. Es una chorba normal, de las que te encuentras en la pescadería los sábados por la mañana, veinte añera, rubia, ojos claros. Lo único que tiene una peculiaridad, o bueno, un par de peculiaridades...
Para concluir: Con este texto no pretendo que os deis por aludidos, sólo que reconozcáis que también os a pasado algo similar alguna vez. Tampoco quiero mostrar mi personalidad, pero lo admito, soy un guarro y eso es algo que también comparto con todos vosotros. Cada 3 minutos todos pensamos en alguna guarrería. Yo cada un minuto, porque soy profesional. Creo que de mayor voy a dedicarme a dar charlas sexuales, aunque mejores que la que me dio ayer mi padre. Dentro de 3 años si tenéis alguna duda sobre sexualidad, no dudéis en consultarme. Llamad, y hablad con mi secretaria, ella se pondrá en contacto conmigo. Gracias.
Me despedí de mi lecho del sueño muy temprano. Sobre las 7:35 iba andando por el salón. Luego, sobre las 7:40 llegué a la cocina. Me imagino lo que os estaréis pensando chicas, pero no, no vivo sólo en un chalet de 500m2, es que cuando me levanto me gusta tomarme mi tiempo. El caso es que una vez en la cocina tuve que abrir la nevera para comer algo, pero vaya mierda, al perro se le había vuelto a olvidar hacer la compra y yo tampoco tuve ganas de ir a hacerla, luego sólo podía beber agua. Cogí la cántara y empecé a tragar sin masticar, ya que el agua es líquida y además de todo eso, moja. Mientras chupaba y dejaba los gérmenes de la gripe P (de pakistan), se me vino a la perola la expresión que a todo adolescente entusiasma: "¡Ostiasquesviernes!". Justo en ese momento, un tomate rojo empezó a caer lentamente escalón por escalón hasta que después de cinco minutos llego rodando a mi pie. Sé lo que estaréis pensando ahora, pero no, no tengo un frigorífico de 10 plantas, es que el tomate también se acababa de levantar. Todo esto me dio muchísimo miedo y me dio la sensación de que este no iba a ser un viernes normal.
Dejando la siniestralidad aparte, me vestí para ir al instituto, pero se me hizo tarde. Abrí la puerta de casa y la cerré. Bajando las escaleras se abrió de nuevo. Este debe ser el tomate - pensé. Pero me equivoqué, era mucho peor, no tenía voz de tomate...
- Mamá: ¡Miguelageeeeeee! ¿Otra vez te vas sin lavarte los dientes?
- Yo: Si mami, si me los he lavado.
- Mamá: ¿Y por que está el cepillo de dientes seco?
No sé como lo hará, pero todos los días me descubre. Después de despertar a todo el bloque con los chillidos me marché. Como la primera clase ya había empezado fui a dar un paseo para hacer un poco de tiempo. Es aquí cuando la cago por primera vez en el día...
Resulta que iba andando por la acera del corteinglés cuando observé que en la parada de enfrente una joven hacía gestos hacia mi zona. Estaba saludándome, y yo, a pesar de no conocerla, la saludé como un buen chico educado. Luego mir hacia atrás y me di cuenta de que no era a mí a quien realmente saludaba. Esto me hizo sentirme gilipollas. Le puede pasar a cualquiera, pero a mí me había pasado lo mismo un minuto antes y eso ya te marca de tonto bajo tu propio punto de vista. Pero tampoco iba a deprimirme por esto, lo dejaría pasar y punto. Continué caminando, y divisé un grupo de buenas yeguas a unos 50 metros. Empecé a mirarme en los cristales de los coches para comprobar que iba lo suficientemente guapo, y aunque intenté disimularlo, me puse bastante nervioso. Pasé por al lado y escuché como cuchicheaban. Me pareció escuchar algo así:
- Yeguas: ¡Madre míaa! No vea si esta bueno tía... tiene que tener una tranca...
Sin decir nada ni mirar atrás, seguí adelante como los de Alicante, pero todos los piropos se me caerían cuando tropecé con un escalón. No sé si sabréis de lo que os hablo, pero me refiero a una de estas veces en las que apoyas el pie y la acera tiene como un bulto, se te encasqueta la pierna y parece que estas cojo... Ya no sólo me sentía tonto, sino que había hecho el ridículo a lo grande... Se me quitaron las ganas de ir a clase, así que volví a casa y me acosté. Después de 18 horas escuché llegar a mi padre, así que me levanté, para que no me diera la típica charlita de los vagos...
- Padre: Miguelage ven pacá...
- Yo: Papá, te lo he dicho muchas veces, no soy ningún vago, sólo estoy cansado de dormir.
- Padre: No, no es de eso de lo que quiero hablarte. Bien, este verano has cumplido 18 años, y creo que ha llegado el momento de explicarte como nacen los niños: Viene la cigüeña y... bla bla bla bla.
Todo esto fue bastante embarazoso, ya que durante la conversación tuve que ingeniármelas para contarle a mi padre, con tacto porque estas cosas duelen, que yo ya había mojado (como las galletas con dibujitos de cuetara en un vaso de leche calentita.). En definitiva, tenía que ser un poco sensible así que le solté algo así:
- Yo: Papá, ¡qué yo ya he follaooo!
- Padre: Niño, ¡vete a tu cuarto...!
Le hice caso, cerré la puerta y volví a la cama. Pero ya sabéis, que detrás de toda gallina corre un gallo. Pues algo parecido me pasó a mí, y es que de tanto hablar de sexo, me entró el calentón y comencé a cascármela. Fue entonces cuando mi madre entró a dejarme los gallumbos en el cajón. No sé como se las apañan, pero parece que todo hijo tiene una cuerdecita en la polla que se acciona y hace que a la madre le entren ganas de llevarle los calzoncillos en plena paja.
- Mamá: ¿Niño que haces?. ¡Papáaa! ¡quel niño sestá tocando! ¿tu qué las dicho?. ¡que guarro eres niño!. ¡Encima con la sabana que te regaló la Lola!*.
*La Lola: es mi vecina desde que tenía 8 años. Es una chorba normal, de las que te encuentras en la pescadería los sábados por la mañana, veinte añera, rubia, ojos claros. Lo único que tiene una peculiaridad, o bueno, un par de peculiaridades...
Para concluir: Con este texto no pretendo que os deis por aludidos, sólo que reconozcáis que también os a pasado algo similar alguna vez. Tampoco quiero mostrar mi personalidad, pero lo admito, soy un guarro y eso es algo que también comparto con todos vosotros. Cada 3 minutos todos pensamos en alguna guarrería. Yo cada un minuto, porque soy profesional. Creo que de mayor voy a dedicarme a dar charlas sexuales, aunque mejores que la que me dio ayer mi padre. Dentro de 3 años si tenéis alguna duda sobre sexualidad, no dudéis en consultarme. Llamad, y hablad con mi secretaria, ella se pondrá en contacto conmigo. Gracias.
"Quiero que mi secretaria tenga un buen ridículo pero sin el ridi"
J.O.P.C.Y.
Estoy muy cabreado. Me considero una persona bastante pasiva, incapaz de matar a una puta mosca de mierda, pero estos últimos días parece que la gente se ha puesto de acuerdo para tocarme los testículos. ¡¡Joder, ostia, puta, coño ya!!
Odio este tiempo
En esta época el tiempo cambia más que el entrenador del Betis. Uno ya no sabe si salir a la calle con la bufanda al cuello o si hacerlo con la camiseta de tirantas. Eso trastorna a la gente y me jode a mí, y como me jode, me quejo. ¡Joder!
¿20 céntimos?
Como algunos ya sabrán, estoy trabajando de botones en un hotel. Mi función consiste básicamente en recoger las maletas del autobús y subirlas a la habitación de cada cliente.
La verdad es que normalmente se portan bastante bien con las propinas. Cada uno lo hace como puede o sabe: Las abuelitas casi siempre te sueltan un par de monedillas o algún billete si tienes suerte. Las jovencitas sin embargo te lo suelen agradecer de otra forma que a mi me gusta más…
Pero fuera de esos dos grupos se encuentran los turistas ingleses. Da igual la edad, el sexo, el color de pelo y el sueldo. Estos hijos de puta son más agarrados que los pelos del culo. El otro día, sin embargo, una de estas furcias debía sentirse especialmente generosa, y tras haberle subido la maleta a su cama, encendido la tele, regulado a la temperatura ideal el aire acondicionado y llenado la bañera de agua templada me dio… ¿20 céntimos? Hija de la grandísima puta, he trabajado más de lo que tú y toda tu familia hayáis trabajado en vuestra puta vida y… ¿Me lo agradeces con 20 míseros céntimos?
-Muchas gracias, disfrute del servicio- Concluí.
Nos llaman groseros y maleducados
Llevo escuchando esto bastante tiempo, y la verdad, me toca mucho la polla. No sé quien se cree la gente que es para meterse en mi vida y corregírmela. Como diría Maradona: “Que la chupen”.
El otro día estaba en clase de matemáticas con mi compañero de todo Miguelage y le vi que no tenía muy buena cara.
Yo: Iyo no te enfades, pero tienes más mala cara que un chino matado a pellizcos…
Miguelage: Ya tío, es que me estoy cagando y tengo el culo como un kaki.
Profesor: Oye, ustedes dos ¿Se callan?
Yo: Mira tío, yo soy el Tito Emeá, el que te focka… el que parte la bocka… Hijo de putah…
Tito Sony: Joder, que mala educación estáis recibiendo… Si volviera quien tenía que volver… Se iban a hartar de correr esos perros judíos…
También me llamaron maleducado en el Burguer King…
Empleado: Hola buenas noches. ¿Qué va a pedir?
Yo: Perdona ¿Es un requisito imprescindible ser un gordo de mierda para que te contraten aquí?
E: Por favor, ¿Cuál es su pedido?
Yo: Dame una Doble cheese bacon, pero por favor, que no lleve ni queso, ni bacon…
E: ¿Algo más?
Yo: Si, otra pregunta, ¿Por qué algunos mojones flotan y otro se hunden?
No entiendo por qué acto seguido me vino un gordo metido en el cuerpo de un canijo y me pidió amablemente que abandonara el establecimiento, diciéndome que haber si aprendía modales, que era un maleducado… Te quedas “helao”.
La última vez que me tocaron la polla estrepitosamente fue esta mañana. Iba caminando por la calle pensando si habría alguna teoría que explicara el comportamiento de los mojones cuando una chica muy guapa me paró amablemente y me dijo con voz sensual:
Chica: Hola, ¿Puedo enseñarte un nuevo producto que estamos a punto de sacar al mercado?
Yo: Hombre, prefiero que me enseñes las tetas…
C: ¡Grosero!
Tras decir esto me soltó una hostia que quedará grabada en mi memoria hasta el día que se me olvide…
Odio este tiempo
En esta época el tiempo cambia más que el entrenador del Betis. Uno ya no sabe si salir a la calle con la bufanda al cuello o si hacerlo con la camiseta de tirantas. Eso trastorna a la gente y me jode a mí, y como me jode, me quejo. ¡Joder!
¿20 céntimos?
Como algunos ya sabrán, estoy trabajando de botones en un hotel. Mi función consiste básicamente en recoger las maletas del autobús y subirlas a la habitación de cada cliente.
La verdad es que normalmente se portan bastante bien con las propinas. Cada uno lo hace como puede o sabe: Las abuelitas casi siempre te sueltan un par de monedillas o algún billete si tienes suerte. Las jovencitas sin embargo te lo suelen agradecer de otra forma que a mi me gusta más…
Pero fuera de esos dos grupos se encuentran los turistas ingleses. Da igual la edad, el sexo, el color de pelo y el sueldo. Estos hijos de puta son más agarrados que los pelos del culo. El otro día, sin embargo, una de estas furcias debía sentirse especialmente generosa, y tras haberle subido la maleta a su cama, encendido la tele, regulado a la temperatura ideal el aire acondicionado y llenado la bañera de agua templada me dio… ¿20 céntimos? Hija de la grandísima puta, he trabajado más de lo que tú y toda tu familia hayáis trabajado en vuestra puta vida y… ¿Me lo agradeces con 20 míseros céntimos?
-Muchas gracias, disfrute del servicio- Concluí.
Nos llaman groseros y maleducados
Llevo escuchando esto bastante tiempo, y la verdad, me toca mucho la polla. No sé quien se cree la gente que es para meterse en mi vida y corregírmela. Como diría Maradona: “Que la chupen”.
El otro día estaba en clase de matemáticas con mi compañero de todo Miguelage y le vi que no tenía muy buena cara.
Yo: Iyo no te enfades, pero tienes más mala cara que un chino matado a pellizcos…
Miguelage: Ya tío, es que me estoy cagando y tengo el culo como un kaki.
Profesor: Oye, ustedes dos ¿Se callan?
Yo: Mira tío, yo soy el Tito Emeá, el que te focka… el que parte la bocka… Hijo de putah…
Tito Sony: Joder, que mala educación estáis recibiendo… Si volviera quien tenía que volver… Se iban a hartar de correr esos perros judíos…
También me llamaron maleducado en el Burguer King…
Empleado: Hola buenas noches. ¿Qué va a pedir?
Yo: Perdona ¿Es un requisito imprescindible ser un gordo de mierda para que te contraten aquí?
E: Por favor, ¿Cuál es su pedido?
Yo: Dame una Doble cheese bacon, pero por favor, que no lleve ni queso, ni bacon…
E: ¿Algo más?
Yo: Si, otra pregunta, ¿Por qué algunos mojones flotan y otro se hunden?
No entiendo por qué acto seguido me vino un gordo metido en el cuerpo de un canijo y me pidió amablemente que abandonara el establecimiento, diciéndome que haber si aprendía modales, que era un maleducado… Te quedas “helao”.
La última vez que me tocaron la polla estrepitosamente fue esta mañana. Iba caminando por la calle pensando si habría alguna teoría que explicara el comportamiento de los mojones cuando una chica muy guapa me paró amablemente y me dijo con voz sensual:
Chica: Hola, ¿Puedo enseñarte un nuevo producto que estamos a punto de sacar al mercado?
Yo: Hombre, prefiero que me enseñes las tetas…
C: ¡Grosero!
Tras decir esto me soltó una hostia que quedará grabada en mi memoria hasta el día que se me olvide…
Estas son las entrevistadoras que me gustan a mí... (las que me tocan la...)
Y resulta que el fin solo era el principio...
¿Suena contradictorio verdad? Y mientras más lo repito en voz alta más contradictorio me suena. Y más imposible, inverosímil, improbable, remoto, sorprendente, asombroso, extraordinario… maravilloso…
Pero resulta que para que una frase sea cierta no tiene por qué sonar bien. Simplemente tiene que haber voluntad para que se haga realidad. Y esta vez la voluntad la pusiste tú.
Jesuly (de “el apalanque”) escribió: “un sueño es vida si se cumple, y muerte si se olvida”. Yo estaba huyendo de mi sueño. Estaba intentando dejar atrás al amor que más he deseado nunca. Intentando huir de lo que más quería en este mundo, dirigiéndome hacia un precipicio a una velocidad vertiginosa… A punto de echar a volar, de huir, de morir…
Pero entonces apareciste tú… Corriste detrás de mí sin que yo me diera cuenta y te plantaste delante de mis morros sin dejarme capacidad de reacción… Y me dijiste que me quedara, que en el Paraíso se está mucho mejor...
Y supongo que es por eso por lo que ahora mismo me siento como si estuviera subido en una nube… Lo vi todo tan lejos que ahora me parece mentira que sea verdad… Estaba tan cerca del borde del abismo que me parece increíble haberme salvado… Pero lo he conseguido…
El día 09/10/09 a las 23 horas, 59 minutos, 59 segundos se cerraron las puertas del Paraíso, y yo… estoy dentro…
Pero resulta que para que una frase sea cierta no tiene por qué sonar bien. Simplemente tiene que haber voluntad para que se haga realidad. Y esta vez la voluntad la pusiste tú.
Jesuly (de “el apalanque”) escribió: “un sueño es vida si se cumple, y muerte si se olvida”. Yo estaba huyendo de mi sueño. Estaba intentando dejar atrás al amor que más he deseado nunca. Intentando huir de lo que más quería en este mundo, dirigiéndome hacia un precipicio a una velocidad vertiginosa… A punto de echar a volar, de huir, de morir…
Pero entonces apareciste tú… Corriste detrás de mí sin que yo me diera cuenta y te plantaste delante de mis morros sin dejarme capacidad de reacción… Y me dijiste que me quedara, que en el Paraíso se está mucho mejor...
Y supongo que es por eso por lo que ahora mismo me siento como si estuviera subido en una nube… Lo vi todo tan lejos que ahora me parece mentira que sea verdad… Estaba tan cerca del borde del abismo que me parece increíble haberme salvado… Pero lo he conseguido…
El día 09/10/09 a las 23 horas, 59 minutos, 59 segundos se cerraron las puertas del Paraíso, y yo… estoy dentro…
Jesús Quintero entrevista a Bartolo
¿Recordáis aquel videoclip de Alejandro Sanz (Yo me vuelvo a peer)? En esta ocasión los Jefes hacemos la interpretación de una entrevista a Bartolo (yo) realizada por Jesús Quintero (Miguelage). Este video lo hicimos cuando éramos jóvenes y fuertes, y nuestra melena ondeaba al viento…
Del entrevistador hay poco que decir, pues es 100% Jesús Quintero; con sus poesías, refranes y frases hechas… Del entrevistado sin embargo habría que añadir que durante gran parte de su vida frecuentó la M-30 con el objetivo de encontrar a sus víctimas y sodomizarlas… Una vez hecho esto, los mataba de forma violenta y esparcía sus sesos a lo ancho de la carretera para contemplar, sentado en el quitamiedos, como los coches los pisoteaban…
Del entrevistador hay poco que decir, pues es 100% Jesús Quintero; con sus poesías, refranes y frases hechas… Del entrevistado sin embargo habría que añadir que durante gran parte de su vida frecuentó la M-30 con el objetivo de encontrar a sus víctimas y sodomizarlas… Una vez hecho esto, los mataba de forma violenta y esparcía sus sesos a lo ancho de la carretera para contemplar, sentado en el quitamiedos, como los coches los pisoteaban…
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