Este medio día cuando llegué a mi casa, mientras dejaba el abrigo en el perchero y me quitaba los botines le dije a mi madre:
-Yo: Mamá, ¿hoy no me esperes para comer vale?
-Mamá: ¿Qué dices niño? ¿Por qué?
-Yo: ¡¡Pues porque ya estoy aquí!!
-Mamá: Joder Pablo, llevas haciendo la misma broma cinco martes seguidos… ¿No te enteras de que no tiene gracia?
-Yo: Mamá joé pareces mi novia… todo el tiempo cortándome el royo. ¿Qué hay de comer?
-Mamá: Lentejas…
-Yo: Tss… que asco de lentejas mamá… si parece comida de perro…
Mi hermano chico es un pelota y un muerto de hambre y en cuanto le pusieron el plato por delante se lo comió sin rechistar. Además si se lo come todo mi madre lo premia montándolo en las colchonetas o dándole un huevo kinder. Así cualquiera…
Yo, sin embargo, no estaba dispuesto a ponerle las cosas tan fáciles a mi malvada madre. Cuando plantó el potaje en la mesa mi primera reacción es poner cara de asco y desgana. Después picoteo aceitunas, queso y croquetas… Mi madre comienza a mosquearse: ¡¡Niño, que dejes ya las aceitunas!! Cuando mi madre se lleva todo lo “picoteable”, entramos en la segunda fase, jugar con la comida: Cojo la cuchara con la derecha, un trocito de pan con la izquierda y me pongo a remover aquella pastosa papilla… Que si me la llevo a los bordes para que se enfríe, que ahora esta fría y me la traigo al centro para que se caliente; que ahora cojo una cucharada y te amago con que me la voy a meter en la boca pero la dejo de nuevo en el plato… Mientras hago todo esto, miro de reojo como mi madre se pone negra ante la impertinencia de su hijo. En este momento me encuentro a un pequeño paso de conseguir mi objetivo, que me haga un huevo frito. Y justo cuando parece que me voy a tener que comer las lentejas me viene la inspiración como a ese adolescente al que se le empalma, de repente. Hice como el que tenía sed, cogí la botella de agua, acerque el vaso a mi plato y…
-Mamá: ¡¡Niño, niño, niño!! ¿Tú eres subnormal? ¡¡Ya te has cargado las lentejas!!
-Yo: Perdona mamá, ha sido sin querer
-Mamá: Toma anda… cómete las mías que yo me he echado muchas…
Por suerte esa noche mi hermano pequeño había estado especialmente porculero y mi madre estaba destrozada, por lo que no tuvo mas remedio que echarse una siesta, momento que yo aproveché para tirar las lentejas por el water y comerme esos pastelitos que sobraron de mi cumpleaños…
"Yo puedo hacerte de comer todo lo que desees"
6 comentarios:
Suele pasar cuando hay lentejas tio, esq deberían estar prohibidas, o mandarlas todas a Haití, q hacen más falta.
Jaja.. si eske el señor escusitas no vea como es..
Sin duda me kedo con el principio! muy bueno, te superas..
y weno.. aki dejo yo otro chiste q me e inventado ioop:
-mamá mamá!! para los reyes kiero un chandal de nadal!!
-Jose, ijo mio, tu lo q qieres es un bañador..
ajjajajaja Y jÁ
Quien quiere las tomas y quien no las deja...
yo soy de los de tu hermano sin duda....y cuando veo la ocasion chun!al water..pero mi madre no m pierde de vista ¬¬
sois unos mierdas!!con lo buenas q estan las lentejas x favorr!!
y pa ese final t a qedado muy malll tiioo.. no venia na a cuento!jajaja
estas perdiendo tu humor debido a la pareja q t as buscado!!ajajajajaj timahinas??? jajjajajaja ni de coññaaaaaaa si es LO QUE YO MAS QUIEROOO!!!!
toma mi corazon..pisalo si quieres pero piensa q estas dentro y que si lo pisas muereeess!!!
833 7744433777666 4446662
Sony: Las lentejas no existen, son los padres...
CUASI-MODA:El chiste de Santo Tomás es mucho mejor...
Miguelage: Siempre quedaran las "papas" fritas de doña Loli
Yeyox: Tú simplemente te quejas...
Medi (YO): Mi pareja me quita mucho mas que el buen humor... :P
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